ABUSO SEXUAL INFANTIL

El abuso sexual infantil es una problemática muy presente dentro de la realidad paraguaya, datos provenientes del Ministerio Público dan a conocer que hasta abril del año 2022 ingresaron más de 885 denuncias de presuntos hechos punibles de Abuso Sexual Infantil, registradas por la institución. Las zonas provenientes con más registros de denuncias son de los departamentos de Central, Alto Paraná, Itapúa, Caaguazú, San Pedro y Cordillera. 

En Paraguay, 8 de cada 10 niñas, niños y adolescentes son abusados sexualmente en su entorno familiar. El 85% de los casos se da en el entorno familiar inmediato.


¿Cuáles son las señales de alarma que presenta un niño/a que está padeciendo de abuso sexual infantil?

Pasos a seguir en caso de tomar conocimiento de un abuso cercano al entorno

Si sospecha que una niña/o o adolescente es víctima de abuso, llame inmediatamente al 147, Fono Ayuda de la Niñez y la Adolescencia, al 137 SOS Mujer o al 911 Policía Nacional 

¿Dónde debo efectuar la denuncia?

La denuncia debe ser realizada en la Fiscalía de la Niñez y la Adolescencia o en la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia. Si no puede acudir a estos lugares, también puede realizar la denuncia del maltrato o abuso en los Juzgados de Paz, la CODENI del municipio o la Policía Nacional.

¿Cómo proceder si tomo conocimiento de que un niño, niña o adolescente cercano a mí vivió un abuso?

Algunos pasos que te sugerimos son:

  1. TENER CALMA, SERENIDAD, TRANQUILIDAD

    La primera respuesta tendrá gran impacto sobre la niña o adolescente. Ellos lo hacen mejor cuando las personas en quienes confían tienen calma y aceptación hacia ellos. Si el niño percibe alarma, disgusto por lo que pasó, tal vez deje de contar. Además, en la medida en que va contando su historia, poco a poco, va mirando la reacción de la persona, cuando encuentra que no es rechazado se atreve a seguir contando la peor parte y hasta revelar quién lo hizo.

  2. CREERLE

    Es fundamental creer lo que está revelando, aun cuando puede haber inconsistencias o confusión en los detalles, y mantener una mente abierta. Si hay partes del relato que puedan ser confusas, decirle que no se le está entendiendo muy bien y que vuelva a repetir para no sacar conclusiones equivocadas.

  3. ESCUCHAR

    Entrar en los detalles lentamente, sin presionar o confundirlo. Hay que recordar que conversar acerca de sentimientos y experiencias difíciles, generalmente, se hace lentamente y por etapas. Escuchar tranquilamente, en forma calmada. Hacer preguntas pertinentes, dirigidas, principalmente, desde cuando está ocurriendo el abuso, el grado o tipo de abuso, la forma de amenaza a que está siendo sometido.

  4. SIN ACUSE

    Nunca acuse o dé la impresión de acusar. Recuerda que el abuso sexual no es una falta del niño o niña, adolescente o joven, la culpa y responsabilidad es siempre del abusador, aun cuando algunas reglas no fueron seguidas por la niña o niño (ejemplo salir sin permiso o el tipo de vestuario usado). El miedo al rechazo, al castigo o a que no le van a creer es la principal razón para no revelar el abuso a que está siendo sometida/o y el agresor puede haberle amenazado de que este tipo de respuesta o reacción es la que obtendrá si lo cuenta a alguien.

  5. DARLE APOYO

    Expresa con claridad verdades como: "Esto no debería haberte sucedido". Reconoce que la experiencia ha afectado su vida. Frases como "Esto debe ser realmente difícil para ti" y "Estoy muy contento/a de que estés compartiendo esto conmigo" ayudan a comunicar empatía. Asegurarle que es digno de amor y apoyo, aún cuando algo malo le haya sucedido. Hazle saber que te preocupa su seguridad

  6. SER AMABLE

    Ser amable para que el niño, adolescente o joven confíe lo suficiente para contar esta experiencia extremadamente desagradable. Asegurarle que hizo lo correcto en contar y hacerle saber que tiene todo el derecho de conversar acerca de sus sentimientos de incomodidad, tristeza, miedo, rabia, odio, vergüenza, dolor, etc.

  7. RESPETAR LA PRIVACIDAD Y CONFIDENCIALIDAD

    Discutir y comentar el problema sólo con aquellas personas que necesitan conocerlo. Ser abusada/o sexualmente no es un secreto sucio, pero tampoco es una información pública que todo el mundo debe conocer. No se le debe forzar que el niño, niña o adolescente o joven cuente a quien no quiere. Pero es muy importante hacerle saber que hay que contarle a alguien más, a algún adulto de su familia, o de su entorno para que pueda brindarle ayuda, porque si esto permanece en silencio el abusador va a continuar haciéndole daño y puede hacerle daño a otros niños adolescentes o jóvenes. En este punto no se debe imponer la persona a quien la niña o niño debería contar. Muchas veces se piensa que debería recurrir a la madre, pero no siempre la madre es el recurso más efectivo, pues tal vez ella también se encuentre atrapada en este círculo de violencia. Se tiene que preguntar quién es esa persona cercana en quien confiar y que podría ayudarla.

  8. NO CREAR FALSAS EXPECTATIVAS

    No se debe prometer algo que no se va a cumplir. Es importante preguntar qué espera el niño, niña o adolescente o joven, qué quiere que haga y luego establecer juntos hasta donde llegará su ayuda. Además de explicarle que debemos acudir a un profesional que pueda protegerlo y ayudarle a procesar lo que ha sucedido.

  9. POSIBILIDAD DE ACOMPAÑAR

    Una vez que el caso sea referido a otros profesionales del área psicológica o legal, es conveniente no desentenderse totalmente del niño, niña o adolescente o joven, manteniendo de alguna manera el espacio de comunicación logrado

  10. DEJAR EN MANOS DE LOS PROFESIONALES LA INVESTIGACIÓN Y EL JUZGAMIENTO

    Es necesario hacer la denuncia. No tome partido por sí mismo o busque hacer justicia con sus manos. En caso de que "sea mentira o una manipulación" (que en caso de menores es muy difícil, pero ha sucedido) un profesional del área psicológica forense sabrá detectarlo y dar los elementos al agente de justicia competente para proceder. Enfóquese en la víctima y hágale saber que le apoya y no está solo.

  11. LO FUNDAMENTAL

    Es que el niño o niña, adolescente o joven, víctima de abuso sexual ya no esté en contacto con el abusador, que la familia se haga cargo y la proteja. Si la familia está enterada y no ha hecho nada para cambiar la situación y el peligro continúa, una institución de protección de menores debería encargarse de dar protección y seguridad.

  12. INFORME A LA VÍCTIMA

    Es importante preparar a la niña/o, adolescente o joven para los peritajes médico-legales e interrogatorios a que será sometida y éstos suelen ser traumáticos. Hay que indicarles que las preguntas son necesarias para tipificar el delito e identificar al agresor, para que éste pueda ser sancionado de acuerdo a la legislación vigente y ayudar así a que hechos de esta naturaleza no puedan volver a repetirse.

    Finalmente, es necesario recordar que por la naturaleza misma del sistema judicial, por lo careos con el inculpado, por la actuación de funcionarios no preparados para interrogar a menores, sin privacidad en los lugares de toma de declaración, expuestas en las salas de espera, a la intimidación del agresor o de familiares de éste y sintiendo que no se les cree, una niña o adolescente o joven, víctima de abuso sexual puede sufrir una segunda victimización esta vez por el sistema judicial.